The Pursuit of Musick

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Christopher Columbus i) 1498: Sebastian Münster, Cosmographia universalis (Basel, 1550), part trans. as A Treatyse of the Newe India by Richard Eden (London, 1553), f.K3r ii) 1499: Pietro Martire d’Anghiera, Décadas del Nuevo Mundo (Alcalá, 1530), trans. as The Decades of the Newe Worlde or West India by Richard Eden (London, 1555), f.26v–27

Hernán Cortés, 1526: Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España (Madrid, 1632), f.198; Historia verdadera…, ed. G. García (Mexico, 1904–5), ii, 286–7; R. M. Stevenson, Music in Aztec and Inca Territory (1968), 223

‘las chirimias y sacabuches y dulçaynas que cortes traya que otra vez E hecho memoria dello como En castilla Eran acostunbrados a rregalos e no sabian de trabajos y con la hanbre avian adolesçido y no le davan musica Eçeto vno y rrenegavamos todos los soldados de lo oyr y deziamos que paresçia çorros y adives que ahullavan y que valiera mas tener mayz que comer que musica.’

Guatemala, 1537: Antonio de Remesal, Historia de la provincia de S. Vicente de Chyapa y Guatemala (Madrid, 1619), 135

‘... como los Padres dieron sus coplas a decorar a los Indios Mercaderes. Es de saber que no solo de contentaron con esto, sino que se las pusieron en tono y armonia, musica al son de los instrumentos que los Indios vsan, acompanandolos con vn tono viuo y atiplado para deleytar mas el oydo, por ser muy baxos y roncos los instrumentos musicos de que vsan los Indios.’

Mexico, i) 1540: Juan de Zumárraga to Charles V (17 April 1540); Mariano Cuevas, Documentos inéditos del siglo XVI para la historia de México(Mexico, 1914), 99; R. M. Stevenson, Music in Aztec and Inca Territory (1968), 161–2 ii) mid 16th c: < Los veintiún libros rituales y Monarchia Indiana; F. Ll. Harrison, Time, Place and Music: An Anthology of Ethnomusical Observation c.1550 to c.1800 (1973), 48–9 iii) Mexico, 1556: Constituciones del arçobispado … de Tenuxtitlan Mexico (México, 1556), f.xxxiiir; R. M. Stevenson, Music in Mexico (1952), 63 (no Sp. original)

i) (‘el canto de órgano’) ‘la experiencia muestra cuánto se edifican de ello los naturales, que son muy dados a la música, y los religiosos que oyen sus confesiones nos lo dicen, que más que por las predicaciones se convierten por la música, y los vemos venir de partes remotas para la oír y trabajan por la aprender y salen con ello’.

ii) ‘No ai Pueblo de cien Vecinos, que no tenga Cantores, que Oficien las Misas, y Visperas en Canto de Organo, y con sus Ministriles, è Instrumentos de Musica ... en todos los Reinos de la Christiandad (fuera de las Indias) no ai tanta copia de Flautas, Chirimias, Sacabuches, Trompetas, Orlos, Atabales, como en solo este Reino de la Nueva España. ... y lo que mas es, que pocos Años despues, que aprendieron el Canto, començaron ellos a componer, de su ingenio, Villancicos en Canto de Organo, à quatro Voces, y algunas Misas, y otras Obras, que mostradas à diestros Cantores Españoles, decian ser de escogidos juicios, y no poder ser de Indios.’

iii) El excesso grande que ay en nuestro arçobispado y provincia, quanto alos instrumentos musicales de chirimias, flautas, vihuelas de arco, y trompetas, y el grande numero de cantores & yndios que se ocupan enlos tañer y en cantar nos obliga a poner remedio y limitacion en todo lo sobre dicho. Por lo qual .S.A.C. mandamos y ordenamos, que de oy mas no se tañan trompetas enlas yglesias enlos divinos officios ... y en quanto alas chirimias y flautas, mandamos, queen ningun pueblo las aya sino es enla cabecera, las quales sirvan alos pueblos subjetos enlos dias de fiestas de sus sanctos, y las vihuelas de arco y las otras differencias de instrumentos: queremos, que del todo sean extirpadas, y exortamos a todos los religiosos y ministros trabajen, que encada pueblo aya organo porque cessen los estruendos y extrepitus delos otros instrumentos, y se use en esta nueva yglesia el organo que es instrumento ecclesiastico’.

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Florida, c1565: official report of the Florida expedition; Vida y hechos de Pe[d]ro Menéndez de Avilés, cavallero (Mexico City, 1902); J. Koegel, ‘Spanish and French Mission Music in Colonial North America’, JRMA 126 (2001), 5

‘sale el adelantado con docientos arcabuceros y una bandera y dos piphanos y tanbores, tres trompetas y una harpa, una bihuela de arco y un salterio y un enano muy chiquito, buen danzador. ... quando trageron la comida, tocaron las trompetas que estavan de fuera, y en quanto comio el adelantado, tocaron los instrumentos y danzauba el enano: despues cantaron cinco o seys gentiles hombres que tenian muy buenas boces, porque como el adelantado era amigo de musica, siempre traya consigo buen recando: contentó nuestra musica a los indios en tal manera, que el cacique dijo a las mozas que estavan de fuera cantando, que callasen, porque los cristianos savian mucho.’

Francis Drake, 1577: The World Encompassed by Sir Francis Drake ... carefully collected out of the notes of Master Francis Fletcher (London, 1628), 3

Gerónimo de Mendieta, late 16th c: Historia Eclesiástica Indiana (written ?1571-1596, pub. Mexico, 1870); Historia Eclesiástica Indiana, ed. J. García Icazbalceta (1870), 412-413; J.-A. Guzmán-Bravo, ‘Mexico, home of the first musical instrument workshops in America’, EM 6/3 (1978), 355

‘Una cosa puedo afirmar en verdad: que en todos los reinos de la Cristiandad no hay tanta copia de flautas, chirimias, sacabuches, orlos, trompetas y atabales como solo en este Reino de La Nueva España. Organos tambien los tienen todas quasi las iglesias donde hay religiosos y aunque los indios (por carecer de fondos) no toman el cargo de hacerlos sino maestros españoles, los indios son los que labran lo que ha menester para ellos, y los mismos indios los tañen en nuestros conventos.’

New Mexico, c1625: Fray Alonso de Benavides’ Revised Memorial of 1634, ed. F. W. Hodge, G. P. Hammond & A. Rey (1945), 71

Fontibón, 1643: Sebastián Hazañero, Letras Anuas de la Compañía de Iesús de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada (Zaragoza, 1645), 153; J. M. Pacheco, Los Jesuitas en Colombia (1959–89), i, 313–14; E. Bermúdez, ‘The Ministriles Tradition in Latin America’, HBSJ 11 (1999), 161

‘Hacense aquí los divinos oficios con notable aparato, y el culto divino esta adelantado con tanta devoción, que puede competir con cualquiera perfección de catedrales iglesias, porque en un coro bien artificiado tiene un sonoro órgano, un capilla de ocho y mas indios cantores que a este titulo tiene reservados del tributo el señor presidente del reino, sin las chirimías y bajones y cornetas y muy buenos tiples.’

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Slave ships, 1694: Thomas Phillips, ‘A Journal of a Voyage made in the Hannibal of London, Ann. 1693, 1694, from England, to Cape Monseradoe, in Africa ... and ... to Barbados’; A Collection of Voyages and Travels, compiled by A. & J. Churchill (London, 1732), vi, 230

Boston i) 1697: Diary of Samuel Sewall, 1674–1729. Vol. 1: 1674–1700(Boston, 1878), 444 ii) 1716: The Boston News-Letter, Apr. 16–23, 1716

Pennsylvania, 1700: Andreas Rudman to postmaster Johan Thelin; R. L. Springer & L. Wallman, ‘Two Swedish Pastors Describe Philadelphia, 1700 and 1702’, Pennsylvania Magazine of History & Biography 84:184 (1960), 200–09]

Annapolis, 1744: Hamilton’s Itinerarium, being a Narrative of a Journey from Annapolis, Maryland ... (Saint Louis, Missouri, 1907), 236

Pennsylvania, (the Moravian Brethren): ‘Bethlehem Diary’, trans. R. F. Steelman (Moravian Music Foundation); E. H. Gross III, ‘The Trumpet and the Unitas Fratrum’, HBSJ 3 (1991) (no original) i) 1752 12 ii) 1755 12-13

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Mexico, 1760s: Ignaz Pfefferkorn, Beschreibung der Landschaft Sonora, ii (Cologne, 1795), 290–1 (‘Ihre Neigung und Geschicklichkeit zur Musick’)

‘Zur Musick hatten beide Nationen eine außerordentliche Neigung. Viele zeigten darein eine besondere Fähigkeit. Es war schon genug, ihnen die ersten Gründe zur Behandlung eines musikalischen Instruments beizubringen, so ersetzten sie durch ihr aufmerksames Gehör, und durch ihre fast unaufhörliche Uebung, einen längern Unterricht. In den meisten Oertern dieser Völkerschaften traf man Indier an, welche die Harfe oder Cither ziemlich gut schlugen. Einige waren dazu von den Spaniern angeführt worden; und diese richteten nachgehens mehrere von ihren Landesleuten ab. Ihre Kunst gieng zwar nicht so weit, daß sie ganz regelmäßig und nach den Noten spielen konnten. Sie schlugen aber doch viele Stücke, welche sie durch das Gehör auswendig wußten, ordentlich nach dem Takte, und mit solcher Fertigkeit, daß es angenehm in die Ohren fiel. ¶{... Zu dem Ende} hatte ich unter meinen Indiern einige der beßten Stimmen gewählt, und selbige im Singen so weit geübt, daß sie jeden bei dem Gottesdienste gewöhnlichen Gesang blos aus dem Gedächtnisse zierlich herausbrachten. Unter diesen thaten sich besonders zwei Sängerinnen durch die Reinigkeit und Anmuth ihrer Stimmen, und den kunstmäßigen Gesang, hervor. Als im Jahre 1767 der Marquis von Rubi, Oberaufseher der königlichen Truppen im mexikanischen Reiche, auf seiner Reise durch Sonora sich ein Paar Tage bei mir aufhielt; überraschte ihn ein Salve Regina, welches diese beide Sängerinnen zusammen anstimmten. Der Gesang setzte ihn in solches Erstaunen, daß er in der Kirche aufsprang, und mir sagte, er habe in Madrit dergleichen herrliche Stimmen nie gehört.’

Texas, 1767: Padre Fray Jose de Solis, ‘Memorias de Nueva España’, completed 1792 (MS coll., vol.27); i) P. Forrestal, ‘The Solis Diary of 1767’, Preliminary Studies of the Texas Catholic Historical Society (1931), 17; J. Koegel, ‘Spanish and French Mission Music in Colonial North America’, JRMA 126 (2001), 33 ii) Forrestal, ibid., 21; Koegel, ibid., 33 (no original Spanish)

Boston i) 1768: Boston Chronicle, 14 Nov. 1768; R. Russell, The Harpsichord and Clavichord (1959), 89 ii) 1769: Boston Gazette, 18 Sept. 1769; G. F. Dow, The Arts and Crafts in New England, 1704–1775 (New York, 1927/R1967), 301; P. James, Early Keyboard Instruments (3/1970), 111

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Points East

Siege of Mitylene, 1501: Chroniques de Louis XII par Jean d’Auton, ed. R. de Maulde la Clavière (Paris, 1889–95), ii, 180; P. Chaillon, ‘Les musiciens du nord à la cour de Louis XII’, in La Renaissance dans les provinces du nord, ed. F. Lesure (1956), 65

‘les chrétiens qui lors estoient du guet alloyent souvent la nuyt contre leurs murailles, et là, aucuns d’iceulx, qui musicyens estoyent dirent plusieurs bons motez et doulces chansons, ce que les Turcz escoutèrent voluntiers et laissoyent toute œuvre pour ouyr la doulceur de l’harmonie sans faire semblant de vouloir mal faire audits chantres par gectz de pierre ou coups de trectz, ne leur chanterie empescher’.

Moscow, 1586: The Travels of Sir Jerome Horsey, ed. E. A. Bond (The Hakluyt Society, xx) (London, 1856), 222

Constantinople, 1599: Thomas Dallam sr, diary entry; J. T. Bent, Early Voyages and Travels in the Levant (The Hakluyt Society, lxxxvii) (London, 1893), 68–9, 71

Surat, 1612: W. Foster, The Voyage of Thomas Best to the East Indies 1612–1614 (The Hakluyt Society, 2nd ser., lxxv) (London, 1934), 114

The Philippines i) 1676: Francisco de Santa Inés, Crónica de la Provincia de San Gregorio Magno de religiosos descalzos de N. S. P. San Francisco, en las Islas Filipinas, China, Japon, etc (1676), Biblioteca Histórica Filipina, ed. P. Pastells (Manila, 1892), i, 46–7; D. R. M. Irving, Colonial Counterpoint: Music in Early Modern Manila (2010), 274  ii) c1740: Juan Francisco de San Antonio, Chrónicas de la apostólica Provincia de S. Gregorio ... en las Islas Philipinas ... (Sampaloc, 1738–44<), ii, 506; Irving, ibid., 277–8

i) ‘Ya todos danzan, bailan, tañen y cantan á nuestro modo, y usan de todos los instrumentos de los españoles, y cantan de manera que nosotros no les hacemos ventaja. Ellos son los músicos en todas las iglesias de estas islas, así de la catedral de Manila como de las demás iglesias y conventos que están dentro y fuera de la Ciudad.’

ii) ‘su inclinacion à la Música es tan singular, que yà es necessária la violéncia, paraque la suspéndan, y trabáxen, para comer’.

Moscow, 1678: Bernhard Leopold Franz Tanner, Legatio Polono-Lithwanica in Moscoviam (Nuremberg, 1689), 32–3

‘Nobis ritu patrio solenniter cum tubis & tympanis Pascha celebratum est: ubi insolitum maximè visum incultis spectatoribus, quod è chartis signis musicalibus notatis, tam dulces moduli, & gratissimi auribus vocum concentus elicerentur: quo factum, ut adstarent apertis buccis attoniti omnes, quomodo preces in Deum dici possint à nobis eo tempore, quo tam jucunda auribus seu voce, seu instrumentis musicalibus canerentur, quae ipsis magis ad saltandum videbantur animum excitare.’

Siam i) 1685: Mr. L. D. C., Journal ou Suite du voyage deSiam (Amsterdam, 1687), 17–18 ii) 1687: Simon de La Loubère, Du royaume de Siam par Monsr. de La Loubere, Envoyé extraordinaire du Roy auprés du Roy de Siam en 1687 & 1688 (Amsterdam, 1691), i, 207; trans. as A new historical relation of the kingdom of Siam by ‘A. P.’ (London, 1693), i, Pt. 2, 68

i) ‘Les trompettes animent les repas. Un jour on danse aux chansons; le lendemain au violon, car nous n’en avons qu’un.’

ii) ‘Le Roy de Siam entendit sans se montrer plusieurs airs de violon de nos Opera, & l’on nous dit qu’il ne les avoit pas trouvéz d’un mouvement assez grave’.

Peking, early 1750s: Jean Joseph Marie Amiot, Mémoire sur la musique des Chinois (Paris, 1779/R1973), 2–3; trans. Charles Burney, ‘Chinese Music’, in Cyclopaedia, ed. A. Rees, (45 vols, London, 1802–20), vii

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J-J de Lalande, 1769: Joseph Jérôme Le Français de Lalande, Voyage en Italie (Venice, 1769, Yverdon, 2/1787–8), vol. i, xxxvii–xxxviii (Preface)

‘Les Italiens comptent 24 heures de suite, depuis un soir jusqu’à l’autre. La vingt-quatrieme heure, qu’on appelle souvent l’Ave Maria, sonne une demi-heure, ou trois petits quarts-d’heure après le coucher du soleil, c’est-à-dire, à nuit tombante, & lorsque l’on commence à ne pouvoir lire qu’avec peine. Si la nuit dure 10 heures & le jour 14, on dit que le soleil se leve à 10 heures, & le midi arrive à 17 heures d’Italie. ... ¶Les étrangers ne peuvent comprendre ce qu’il y a de naturel & de commode dans cet usage; ils trouvent qu’il est étrange de n’avoir pas toujours le midi à la même heure; mais si l’on examine la chose, sans préjugé, l’on trouvera que la méthode italienne est peut-être la plus naturelle ... ¶Les François disent que leur maniere est plus commode, en ce que l’on n’est point obligé de calculer quelle heure il est lorsque le soleil est au méridien: les Italiens répondent qu’on est tous les jours obligé de faire chez nous un semblable calcul pour savoir å quelle heure le soleil se leve & se couche, chose qui est bien plus importante dans la société, que de savoir quand le soleil est dans le méridien.’